sábado, 22 de enero de 2011

Explorando el Mater

Como mencioné con anterioridad, muchas en el colegio creyeron que yo era dark, traga o algo así. Traga por los anteojitos y la pinta de nerd que tenía supongo. Lo de dark aún me lo cuestiono, ya que aunque era bastante rara, no tenía nada físico (mochila, accesorios) que me delatara. No recuerdo haber hablado mucho con la gente, pero algunas cosas debo haber dicho para que me creyeran medio loca.
En el aula había un grupo de chicas que se hacían llamar "las carto" (por cartoneras) y eran las chicas conflictivas del aula por así decirlo, las que nunca hacían nada, se llevaban quinientas materias y siempre se metían en problemas. Yo no hablaba demasiado con ellas, pero tampoco me llevaba mal, aunque había una que me perturbaba un poco. La chica todo el tiempo alababa lo que hacía y lo que dejaba de hacer, me decía que quería ser como yo. De todas maneras no me llamó mucho la atención, porque es algo que suele pasarme con la gente medio vaga. Ven que yo no hago nada, pero por alguna razón me va bien, y me putean y me dicen que les gustaría ser así.
La cuestión es que es que yo le hablaba a esta carto para pedirle cosas, onda cigarrillos y ella seguía idolatrándome. Un día le llegó el chisme de que yo me cortaba y me vino a preguntar si era cierto. Al instante cayeron un montón de personas a preguntarme "¿te cortás? ¿sos emo? ¿te cortás las venas?", quienes realmente lograron exasperarme. Podrida de las preguntas, agarré la cuchilla de mi sacapuntas (siempre la llevaba en el bolsillo de la cartuchera, por emergencias), dije casi gritando "sí, soy emo" y me hice un corte en la muñeca. Las más cercanas a mí quedaron medio horrorizadas, y si no me tenían miedo empezaron a hacerlo desde entonces.
Al menos con eso no me molestaron más, y yo estaba tranquila. Lo malo es que un par de semanas después, escuché a la carto de la que hablé antes diciendo "si oso (algunas chicas en el colegio me llaman así) se corta, yo también me corto". Me pareció estúpido y no creí que lo hiciera. Pero luego me contó que se cortaba con una tijera y me mostraba las marcas. En ese momento me preocupé por lo que le podía llegar a hacer a esa chica. Porque una cosa es que te idolatre con cosas tontas, como por ejemplo la mochila (una chica y yo teníamos las mochilas prácticamente iguales, a mí me decía que mi mochila era genial y le encantaba lo que le había hecho; a la otra le decía que era una rarita y que la suya era horrible). Pero, ¿cortarse para parecerse a mí? A mí me seguía dando lo que quería, así que terminé por restarle importancia. Mientras no se matara ni me lastimara a mí, lo que hiciera con su vida no era de mi incumbencia.
Sin embargo, un día me enojé con ella porque me pidió prestado el encendedor y se lo gastó todo en un día. Casi la mato, estuvo jugando con el fuego durante todo el viaje al campo, y después las carto se pusieron a hacer dibujos con aerosol y los quemaban para tener llamas con forma. Obviamente las vieron y algún problema habrán tenido, pero yo reclamé mi encendedor y la mandé a la mierda.
Después de eso no tuve mucho contacto con las carto (la otra con la que me juntaba a principio de año me pareció igual de idiota que todas las demás así que tampoco le seguí hablando) y seguí divagando por ahí, sin tener un grupo de amigas fijo, salvo una o dos chicas con las que me juntaba para comer, hacer los trabajos en grupo, etc.
Yo era bastante desastrosa en primer año, siempre sostengo que entre los doce y los trece fue mi peor época. De hecho, no hice que a la carto del encendedor le explotara un cigarrillo en la cara sólo porque una de las chicas con las que me juntaba me hinchó las bolas hasta que juré que no le iba a hacer nada. Igual, en ese momento me molestó hasta que fuera tan buena y no me dejara hacerlo.
Tampoco es que no me haya mandado mis cagadas. Yo me consideraba superior al resto, y me gustaba probármelo. Una de las chicas con las que me juntaba (se suponía que era mi mejor amiga) me caía mal. No la odiaba tampoco, y no es que no me divirtiera con ella, pero me juntaba principalmente porque ella estaba sola, y yo también. Un día la quise cagar, y así lo hice.
Esta chica tenía un fotolog, muy usado en esa época (y cuando aún nadie conocía Facebook). Lo que hice yo fue crear uno con un nombre parecido, sólo que tenía una letra cambiada. Después, me metí a los flogs de varias compañeras y las puteé, e incluso me burlé de la chica a quien estaba jodiendo. Por supuesto, que viniendo de mí, tenía que ser el crimen perfecto. Y lo fue.
Aún recuerdo cuánto me reí al ver que prácticamente todos los días venían la directora de estudios y la rectora a hablarnos del tema. Era la sensación, y todo el mundo quería saber quién era la del flog misterioso que se hacía pasar por la otra chica. Siendo yo su mejor amiga, me fue bastante sencillo hacer que me dijera quién era su principal sospechosa, mostrarme de acuerdo y empezar a escribir más como ella y darle motivos para que confirmara sus sospechas. Obviamente nadie sospechó de mí, yo era la nueva que no se quería meter en problemas. Después de meses de que nos mostraran impresiones de los insultos que había hecho el flog falso, las amenazas de los castigos que se podía ganar la culpable y la súplica de información de los que supieran algo, el caso siguió sin resolverse oficialmente, y simplemente se dejó de lado.
Habiendo acontecido esto en primer año, en cuarto año tuvimos un cumpleaños en Puerto Madero. Estábamos comiendo unas pizzas, y el tema surgió una vez más.

-¿Se acuerdan de ese fotolog trucho en primer año que insultaba a todo el mundo? Al final nunca supimos quién fue. Igual para mí era alguna del grupo de fulanita y menganita.
-Ay sí, tal cual. Era re molesto, todo el tiempo nos venían a hablar. Encima a mí también me quedó la curiosidad.
-Che, ¿nadie acá sabé quién fue, no? Me mata la intriga, es algo que tengo que averiguar antes de irme del colegio.
-Yo sé quién fue.
-¿Cómo que sabés? ¿Por qué nunca me contaste? Dale oso, decime quién fue.
-Fui yo.

En ese momento las chicas que me escucharon me miraron totalmente asombradas. No lo podían creer. Todas me felicitaron y me dijeron que había logrado salir impune de una manera impresionante. Lo peor es que hasta ahora, la dueña del flog original no lo sabe. Fue medio boludo, pero qué se yo, son cosas que uno hace de chico. Aunque ahora de vez en cuando si pasa algo alguna chica me mira y me dice "¿No habrás sido vos, no? Ojo con esa mente criminal" y se ríe. En fin, se ve que tampoco tenía muchas cosas que hacer durante ese año, ya que no eran más que los meses experimentales en el nuevo colegio.

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