lunes, 3 de enero de 2011

Die Welle

Ich habe heute die Welle gesehen. Y realmente estoy un poco perturbada. Creo que es una de esas películas que revuelve las ideas en el interior de cada uno y generan dudas acerca de uno mismo. ¿Por qué? ¿Por qué estas cosas nos afectan tanto? Creo que eso se esconde en nuestra naturaleza humana. Ciertas imágenes, acciones o palabras activan un mecanismo de nuestro cerebro que suele permanecer escondido. Un sentimiento que nos hace las preguntas más crueles, aquellas que evadimos normalmente, y no nos permite mentir al responder. Es esa certeza interior de que uno también cayó. ¿Cuántos de nosotros podríamos defender nuestros ideales teniendo al mundo en contra? Hay que ser sincero, por más que en un principio uno intentara hacerlo, las respuestas negativas serían abrumadoras. Y eso es precisamente lo que causa un malestar en nuestro cuerpo y mente, haciéndonos sufrir de forma tal que pagaríamos un precio muy alto por evitarlo. Es más fácil rendirse y ver cómo los demás se pudren. Para los humanos va a ser siempre un "sálvense quien pueda".
A veces me pregunto hasta qué punto uno puede ser individualista. ¿Realmente existe el individualismo? ¿Realmente existe la dictadura? Hay cosas que hacemos diariamente y nadie considera dictatoriales. Si lo piensan de la manera más abstracta posible se darán cuenta. Estamos insertados en algo que no sabemos qué es con exactitud, ese algo que se denomina sociedad, comunidad. A mí eso me parece dictatorial. Cuando digo que la escuela es una especie de manipulación, no lo digo porque soy vaga y no se me canta estudiar. Pero piénsenlo un rato. Nosotros inventamos este juego. Nosotros inventamos las normas, las leyes. ¿Por qué seguimos algunas y no otras? ¿Cuál es el factor que determina lo que es correcto y lo que está mal?
Me parece que la película es una fiel representación a la realidad. Lo único que falta es darle un significado más completo, la segunda acepción de la palabra por así decirlo. Porque al final, todos vivimos en una dictadura que nosotros mismos creamos, pero no nos damos cuenta. Forzamos a los demás a encajar en nuestra propia realidad y no nos damos cuenta. Dictadura no es solo imponerse como líder en un grupo y hacer que la gente se mate entre sí. Dictadura es burlarse del que tiene una enfermedad mental o una discapacidad. Dictadura es evitar hablar con quien no se viste como uno. Dictadura es pegarle a un niño porque no terminó su comida. Pero es propia del ser humano. Y sin dictadura, nos estaríamos quejando del liberalismo. No digo que esté bien. Tampoco que esté mal. Simplemente es parte de este mundo, y permanecerá eternamente en él.

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